“Peñejadas”, fue una de las tantas ingeniosas respuestas que los usuarios empezaron a repartir por
las redes sociales al virtual candidato presidencial priísta Enrique Peña Nieto. Hace unos días, por
olvido o ignorancia (sólo él sabrá), en la Feria Internacional del Libro 2011 dio como resultado
la burla y el escarnio contra el aspirante tricolor y su prole. Peña Nieto no pudo dar el título de
tres libros relevantes en su vida. A pocos minutos, las redes sociales se inundaron de toda clase de
bromas. Por la madrugada, la hija, Paulina Peña Pretelini, rettwitea “un saludo a la bola de pendejos
y a la prole que se burla de quienes envidian” (palabras más, palabras menos), enviado por su
presunto novio.

Acto seguido, un asesor del candidato le pide a la joven quitar el comentario porque afectaría
la imagen pública de su padre. Muy tarde, el comentario ya viajaba a nivel nacional. La chica
reaccionó lenta y sosa, cerró su cuenta. Mientras, el aspirante daba también por Twitter el nombre
de los libros olvidados y se disculpaba. Más tarde, pedía disculpas por los comentarios de su hija y
la justificaba. La chica reactivó su cuenta.

La anécdota no deja de ser en sí chusca, tratándose de un personaje de primer nivel. Analistas de
imagen y medios no dejaron esperar sus conclusiones. Incluso, analistas políticos y de lenguaje no
verbal también dieron sus sentencias. Los príistas por su parte, no tuvieron más que decir que fue
un “trastabilleo” sin importancia, en el cual habrá que poner atención, pero sin que realmente esto
afecte la imagen del protagonista. Gane o no Peña Nieto, esta anécdota lo perseguirá de por vida.

Sin embargo, el sentido común dicta simplemente que si el suspirante al cargo más importante en
México, no conoce literatura, quiere decir que sólo se basa en lo que sus asesores le indican, por
lo tanto, no está preparado a nivel profesional para ocupar la presidencia. La pregunta es: ¿Quién
gobernará realmente: Peña Nieto o un grupo de asesores que no cuidan los mínimos detalles?
¿Quién tomará las decisiones importantes? Da miedo pensar que será un grupo de “estrategas” que
no tienen una cultura general. Mientras, el asunto de Moreira era opacado. Muchos dicen que es
mejor que los políticos callen, cuando debe ser lo contrario, que hablen para conocerlos.

Aquí algunas de las “joyitas” resultantes de todo este suceso que circularon por redes sociales:

¿Qué libros marcaron su vida? Los que me pusieron en la cabeza para caminar derechito. ¿Autor
preferido? Juan Salvador Gaviota, mi suegro. ¿Qué libro marcó su vida? Il nome della rosa de
Guadalupe. ¿Le gusta la obra de Homero? No, la verdad prefiero a Bart. ¿Ha leído muchos libros?
He escrito más. ¿Qué opina de La naranja mecánica? No estoy de acuerdo con los transgénicos. ¿Ya
leyó El evangelio según Jesucristo? No, la verdad no llegué a esa parte de La Biblia. ¿Disfrutó La
náusea? Por supuesto que no, tuve ganas de vomitar.